231Vaciarme.
vaciarme pero no morir.
Morir, muere el antiguo asalto de los siglos
a mi memoria.
Morir, mueren los malos recuerdos en mi interior.
Morir, muere el tiempo vivido, en cuanto tiempo.
Morir, muere la hoja en el otoño
y el perro con los años.
Morir, muere en fin, la flor, el día, el viento
y otras cosas…
pero no yo.
¿Saberlo?
¿Cómo saber si no he vivido mi muerte?
Si no he estado más allá del morir.
¿Cómo probar lo improbable?
Y…
¿Cómo creer sin probar?
Y sin embargo…
Morir yo
¡jamás!
Pero quizás, cuando se lea esto,
alguien dirá:
¡Pero si ya murió!
y riendo, mis palabras, lo estarán mirando
y le dirán:
pero no yo.
6 comentarios:
Jorge...me has arrancado una lágrima de emoción.Me alegra enormemente que el destino me haya puesto en tu camini poeta.es una de las más bellas poesías que he leído sobre el viaje sin retorno.
Un beso poeta.MJ
Muy bueno Jorge.
Supongo que es a lo que nos agarramos, a dejar en las letras lo que llevamos dentro, a vaciarnos en ellas y de ese modo en cierta manera seguir viviendo.
Un abrazo, amigo.
Mª José, aunque las lágrimas limpian el alma, las emociones pueden jugarnos una mala pasada; ofrece el consuelo de ser tu misma porque todavia puedes llorar..
Saludos y cariños.
Jorge A Lastra
Ardilla, aún escondes tu nombre, creo que el hombre sin inmortalidad no es explicable. Ningún ser conocido, tiene y ha hecho las dimensiones de vida y cosas que el hombre ha pensado y formado. Ningún otro ente viviente o vivido, ha buscado el infinito de las cosas y de nosotros mismos: ¿cómo comprender nuestra diferencia con los otros seres vivientes? Negándola o diciendo superficialidades como: ¡es la naturaleza que es así!
En fin, somos extirpe escogida, dimensión inmortal de infinitud. Sino ¿para que conocer y sentir tanto?
Saludos y mi aprecio.
Jorge A Lastra
Morir tú ¡jamás!
El que vacía su alma de sentimientos y los transfoma en bellos versos, nunca muere.
Saludos afectuosos.
Alhena
Gracias Alhena, pero en verdad aspiro a una trascendencia donde sea mi "yo" real quien puede seguir sintiendo.
Saludos y cariños
Jorge A Lastra
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