248Poema antiguo
Un brote de rosa perfumada
aún cerrada al viento del destino,
albo candor de seda reperlada
de satén fino.
Funda de verde manto inmaculado.
Tallo de luz cimbrante y repetido,
hojas de diamantes dibujados
en rocio.
Así quedó el alma impenetrable
al descubrir la belleza de una rosa;
rayo de sol, alimento de mañanas,
plenitud de estío.
Si una suave flor causa tal daño.
Si el mero despliege de verdad alivia.
Si el perfume de una rosa eleva la hermosura.
¿Como será el poeta que la roza?
O el hombre que la cuida cada día.
¿Cómo será el Ser que la pensó,
la vistió despacio en armonía,
la puso sobre tierra esperanzada
de anhelos de infinito?
Y juntó a su explendor todas las cosas
y a nuestro amar: destinos sin medida.
Todo se traduce a poesía...
2 comentarios:
Bello poema en torno a una bella flor.
Hay tantas maravillas, tanta grandeza que yo también me pregunto ¿cómo será?
Todo es poesía, sí.
Un abrazo.
Gracias Alhena, ¿cómo será lo que ya es y como tenerlo sin esperar demasiado?
Saludos y cariños.
Jorge A Lastra
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