93 Y mis manos... (del libro Temas 1977)
para tocar el rostro de las cosas.
Y mis ojos, límpidos y tersos,
Para mirar el fondo de las almas.
Cuán profundos misterios de lugares en calma.
¡Oh, las cosas tan bellas
que circundan mis ansias!
Y mis oídos juegan
con la paz que me cuida.
Y mis sentidos todos,
ventanas de esperanza,
descorriendo el misterio
de la vida que pasa.
¡Oh riqueza infinita
del todo y de la nada!
Si supieras ¡Oh mundo!
cuantas cosas extrañas,
cuantos rostros sin nombre,
cuanta fe y cuanta clama,
se consigue en la angustia
al saber aceptarla.
¡Oh la cara escondida
del misterio que aguarda
más allá del silencio
de los seres que callan!
Porque nuestra ceguera,
nuestra falta de ganas,
nos oculta el camino
a la luz que hace falta
y buscamos riquezas
y encontramos fantasmas.
2 comentarios:
Un sencillo amanecer, ver salir el sol es algo espléndido, muchos no lo pueden ver y otros no quieren verlo porque están sumidos en la sombra que no los alcanza a crecer.
Bonitas letras
Un abrazo
Siempre la luz alegra y parece calmar el ser. Asi es nuestro espíritu, ansía la luz, toda verdadera luz.
Saludos y cariños
Jorge A Lastra
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