71Cuando el tiempo...(del lIbro Tiempos 1975)
en lucha fiera,
por aire se escuchan
sus palabras,
y el hombre, instrumento de sus iras,
alzando sus ojos al rugiente: clama.
Y su ruego, tejido de amenazas,
es el ruego del débil que suplica;
tanto importa que llore o le maldiga:
¡no se calla!
¿Dime tú, grandeza en lo pequeño?
¿Por qué ruegas llorando a quien no calla?
Calla tú que él, cuando cansado esté se aplaca.
¿Eres acaso un rey del universo?
¿O pretendes mandar a quien no mandas?
¡Pobre hombre que tanto has concebido!
¡Eres nada!
Te doblegas ante el tiempo y le suplicas.
Te moldeas a la vida aunque no quieras.
Te escondes en el fondo de ti mismo,
Huyendo de ti, donde no seas.
Eres tierra, simiente de la nada;
Eres polvo que luego se deshace,
y, a la vez, por la gracia infinita
de un ser que rey y en todo manda,
a ese polvo y tierra le dió un alma.
Alma es amor que te hace hombre;
alma es el ser que en ti se halla;
alma es sentir que te perdonen;
alma es el conjunto de tu nada.
No pienses que sabes, todo ignoras.
No creas que puedes con tu mano,
tocar el término del mundo,
donde el saber se esconde:
pues te engañas.
2 comentarios:
Hermoso poema, bellas palabras.
Nada somos y nada sabemos, sólo aquello que Dios nos indica.
No sé si lo entendí bien, pero creo que hablas de los hombres que imploran ante Dios.
Un abrazo
Gracias Princesa, es la limitación del hombre ante la grandeza de la creación y, evidentemente, ante Dios.
Saludos y Feliz Navidad, una hermosa,suave,dulce y Feliz Navidad.
Jorge A Lastra
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