22 Cenicienta... (del libro Transparencias 1973)
me parecen lindos, oscuros, llorosos.
¿Qué tienes mimosa?
Si tu cansada cabeza sobre mi pecho reposa.
¿Qué pasa pequeña?
Si te dicho: te quiero y tu boca fresca
se juntó a mi boca.
¿Por qué estás callada?
¿Por qué estás llorosa?
¡Princesita linda, muñeca preciosa!
Con mimos me halagas...
¡Mimosa, mimosa!
¡Cenicienta suave!
¡Cenicienta hermosa!
Descansa, descansa, la noche te canta,
la noche te adora.
Reposa princesa, reposa, reposa.
Mi boca pequeña se endulza en tu boca;
tus cabellos negros perfumados, toca
y tu cuello tibio;
¡mimosa, mimosa!
se yergue dormido, dormido en las sombras.
¡Qué instante pequeña!
¡Qué sientes? ¿Qué evocas?
Te veo sublime, callada, llorosa...
Princesa: ¡te quiero!
Princesa: ¡te adoro!
Princesa: ¿me quieres?
Princesa; ¿me adoras?
Tus labios murmuran:
¡mimosa, mimosa!
Ya no tienen fuerza, dicen tantas cosas.
¡Cenicienta linda!
¡Cenicienta hermosa!
La noche se quiebra en quietud y aroma.
Brilla allí una estrella,
más allá hay otra.
Las hojas murmuran:
¡Mimosa, mimosa!
2 comentarios:
La flor espectacular y la poesía, mimosa, mimosa, como una dulce nana.
Mi abrazo.
Gracias Alhena. Estas poesías son de hace casi 40 años y las estoy publicando en internet, para que se junten a las mas recientes.
Saludos y cariños.
Jorge A Lastra
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