143A puño cerrado.
A puño limpio.
Como alma sin sol, hacia un abismo.
Así canta la cólera del hombre enloquecido,
del cansancio del mundo
y del hastío.
Como gruta cerrada, sin luz y sin nada.
Bordeando la oscura región de las sombras;
a un paso el silencio,
la locura bordada;
el futuro quebrado, en desbandada.
A nervio cerrado.
A nervio herido.
Como ser sin aliento, sin sentido.
Logrando aguantar apenas el misterio,
el oscuro misterio del vacío.
Un hombre sin luz;
un ser cegado,
del amor dejado
y sin legado.
Un hombre de hierros retorcidos,
doliéndose del tiempo
y del destino.
Un hombre así no forja los futuros,
muere en paz y da vida a los suyos.
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