203El pasado envolvió...
Una tarde el pasado envolvió mi mente
y no pude seguir.
Cuando se muere más de una vez
ya no se creé en mentiras
ni se baña de espuma blanca el dolor del ser.
Pero decir quien soy, en éste tiempo,
es como querer atrapar el hilo de los sueños,
en los rayos de luz de la mañana;
o querer que la niebla de los tiempos idos,
suspire al llanto escondido del amor que no pude dar.
O sea, no es posible hablar de aquello
que no cabe en las palabras
y como no puede soltarse de uno mismo,
acampa en otras latitudes extranjeras,
lejos del fuego de vida que lo vio nacer.
Mío soy, pero no por mí,
vengo de otro lugar, no recordado;
donde no fui yo, sino pensado.
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