VARIOS


ADVERTENCIA

Las fotos que se insertan en este blog son propiedad de: Jorge Eduardo Lastra Nedwetzki (excepto las tres primeras a la izquierda de esta página). Están tomadas en diferentes paises: España, Portugal, Francia, Alemania, Austria y Venezuela. Las de éste último país son de : Arturo Guillermo Lastra Nedwetzki.

La supervisión técnica del blog está a cargo de: David Alejandro Lastra Nedwetzki.

MIS POEMAS FAVORITOS :
180Susurros del viento.181Balada de otoño. 182La oscuridad es el manto. 184He anclado mi barco. 185Toda hermosa. 186Busca el mar. 29El poeta ha muerto.
Después añadiré otros.

Esto, por supuesto, es subjetivo; cada ser tiene su propia percepción y pocas veces somos iguales en ello

Están situados en Octubre 2009, noviembre 2009 y Junio 2006 la última.

ANUNCIO:Estas mismas poesías pueden leerse en:
http://pateremon2.wordpress.com/

Tambien en: http://pateremon2.tumblr.com/


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lunes, 26 de febrero de 2007

171Hemos nacido









Hemos nacido para otras alturas.


Llevamos los pinceles de inmensas hermosuras


Somos signo en el tiempo de cosechas mayores
y tenemos encanto de días y de horas
que convierten la vida en cantos sin reproche.


¿Quién puso en tu destino tragedias y desorden?


¿Quién secó en tu alma los destinos mejores
y cambió tus tiempos en locuras de joven
que no sabe que siembra, lo pisado irredento,
en sus días precoces?


Tú que sigues caminos y atajos soslayando
los esfuerzos diarios para formar tu ser;
y buscas en distancias, sin saber si las tienes,
el amor de unas cosas que nunca vas a ver.


Mi querido y distante compañero y amigo:
vive los momentos en mor de eternidad;
pues si eso no haces y te olvida la vida:
perderás el instante y la eternidad.



domingo, 25 de febrero de 2007

170Amor de piedra.







Cree, la noche no está de espantos,
ni claveles.
Los aires cabalgan sobre nubes que callan
y el risueño clamor de la luna,
no espanta las brujas que disfrazan sus danzas
con ideas desnudas de sentido y templanza.
Tu resplandeces subida al recuerdo de siempre
donde el río acomete contra la luz del día,
al tenerla atrapada es sus aguas mansas
y quietas.

Recuerda niña mía, la de la falda añeja, como
cantan los días sobre suertes ajenas
y sumerge el recuerdo a los vientos de pena
en lo muy profundo del hacer que los crea.

Recuerda...

Como traza la brisa sobre la inquieta roca
el amor que desliza su suerte sobre ella.

Amiga mía, amor de piedra, suave perfilarse
de aquello que quisieras y no logras;
junta tu ser al mío, en este mundo loco
y asume tu canto en la vida que aflora
sobre la tierra virgen de sentidos y horas

Junta tu amor al mío
en la danza de hojas.


¡Amor de piedra!
 ¡Mi niña preciosa!

sábado, 24 de febrero de 2007

169La sombra de tus alas.








Si me cobijo a la sombra de tus alas 
y el frío del invierno se repite.

Si permanezco en la cima de montañas
y el fuego del dolor no se disipa.

Si oro en la noche, la tarde y la mañana
y el cáliz del que bebo permanece.

¿Dónde quieres que vaya?

¿Dónde quieres que quede?

Ruina soy del tiempo y del deseo
buscando la calma y la cordura;
beso de la noche del alma oscurecida,
sin paz, sin amor y sin dulzura.


viernes, 2 de febrero de 2007

168Cuanto amor...










Las lágrimas que el mar presta
a los cielos,
irrigan el seno de la tierra,
las semillas brotan en redondez de planta,
germinando la vida donde quiera.

Lo verde sigue el curso de los ríos,
asperjando las húmedas orillas
y mi alma quieta se deleita en su mansa
vida.

¡Cómo ríe el aliento de las ramas,
el pájaro en su nido,
el insecto en su casa:
cuando la lluvia riega sus moradas
con ráfagas de esperanza recobrada!


¡Cómo suena el río en la corriente,
templada por el agua,
bajando la montaña en un torrente
y la espalda amarrada
al címbalo del sol resplandeciente!

¡Cuánta vida hay en la enramada,
en el agua rugiente,
en la tierra mojada
y en linde del silbante viento enmarañado
que toca lo viviente
y muere al toparse con el monte
en ataque perenne!

¡Cuánta existencia nos regala el agua!
¡Cuánto vivir nos regala el mar!
¡Cuánto ser nos otorga vida!
¡Cuánto amor nos permite amar!


167Era tiempo...










Era tiempo de partir,

otra vez, nuevamente

y cruzar ese mar

que hace tiempo 

deje de admirar.






166Llegué hasta Ti.








Llegué hasta Ti a través de la noche.
Sin luces ni camino,
sin señales ni voz.
En silencio;
en tristeza;
en tu paz;
en tu amor.
Pero nada anuncia ni quiebra el sendero
donde todo es distancia, 
negrura
y dolor.
¿Por qué haces tan duro el caminar contigo?
¿A dónde nos conduces que tanto cuesta entrar?
Por donde Tú caminas parecen sólo sombras
y nadie nos nombra: amor, verdad...
Y sin embargo, de amor, está hecho el andar...
y así, por derecho,
todo volverá a ser como debió quedar hecho.

165¿Por dónde vas?





Me asombran tus ojos cuando no me miran;
tiene algo de eterno al recordar.
!Quién sabe donde escava alegrías tu silencio¡
Y me percibo lejos sin tu nombre 
y tu paz.

Misterio del yo cuando se mira 
o cuando vuela por la mente en su soñar.
Incomparable abismo de uno mismo
donde pasas y estás.

Interioridad no penetrada por nadie
salvo la Verdad;
oculto mensaje de tu ser 
que todo quiere amar.

¿Por dónde vas?


164Somos tránsito.







Somos tránsito de días y de horas.
Barro amasado en luces y sombras.
Infinitud que sufre nuestra carne.
Deseos de hombre y amor de Dios.

No somos historia pasajera y frágil;
sino transcendencia eterna e inmutable.
Nuestro ser es energía regalada
por El Ser que nos forma
y así la infinitud escapa hacia su reino
o cae en el abismo sin nombre.

Por ti El Ser permite la historia;
eres piedra que informa los caminos
de otros.
En tus rumbos marcas decisiones
y tu voluntad las impone.
Eres libre, más de lo que sueñas.
Tienes el albedrío en tu interior.
Y en muchos de tus pasos
vas haciendo horizontes a tu ser.

Por eso: tu infinitud irá hacia lo eterno
o caerá al abismo.



163Asomado al alba.







Asomado al alba la distancia apura la
sonrisa del viento.
Mi ser camina en silencioso coloquio de 
mañanas gemelas;
busco la estrella que resplandece y calla.
Soy como las nubes, el tiempo y la montaña;
voy, tal como el río, jugando con el agua;
espero el horizonte poblado de contrastes,
donde el ser no se mire ni espante.
Soporto la injusticia tanto como mis fallas.
Caminos de infinitos abiertos en mi alma:
dibujadme el destino si llama...


162He abierto a la vida...






He abierto a la vida una ventana
desde donde contemplo el cielo azul
y distingo a las nubes jugando con el viento
en multitud.

Los frutos adornan la arboleda
y las colinas siembran horizontes,
algunas ramas chocan con el verde
pero todo esta en orden.

La brisa baña con murmullos el cuarto
y el sol trasgrede el cristal de la mampara;
los gallos cantan en la media tarde
y los pájaros callan.

Hay rumor de viento entre las hojas
y botones de flores miran.
Los sonidos son notas de la tarde
timbrando en mi oído.

Se que el rio desfila lentamente
desangrando sus aguas en el mar
y el rumor de la distancia invade
mi pensar.

He abierto a la vida una ventana
y la luz me anuncia la verdad:
así fue, así es y así será...

161Habitantes del sueño.






La casa suena a bronce,
caído del sol seco.
Luciérnagas del tiempo
en ramas del abeto.

La vida tiene cosas
que a veces no queremos
y seguimos su rumbo
sin saber lo que hacemos.

Siendo prisionero de mis incertidumbres,
hice, por mi instinto,
lo malo entre lo bueno
y sumergí mis pasos
en olas de rencores
y actos muy culpables
e insinceros.
Al hacer lo que hice,
en contra de las luces
donadas a mi alma
por quienes conocían
mucho más de estas cosas;
 me vestí de desprecio,
apartando la vida
 de mis sueños.
Pero la luz,
en destello fugaz,
 iluminó mi ego
y el camino del descanso
acometo....


160Las lágrimas que el mar...







 Las lágrimas que el mar presta a los cielos,
ungen el seno de la tierra
y las semillas brotan en redondez de planta,
germinando la vida y su respuesta
al misterio de donde han sido hechas.
El verdor resume el verde de los ríos,
transmitiendo el vivir a toda tierra
y los animales, árboles y humanos,
conservan en la esencia su tibieza.
Suave elemento, en vapor elevado,
líquido fluir de perenne efecto;
en frió palpitar resguardas vida
e influyes en aire, regulador del tiempo.
En mis ojos conserva su delirio.
En mi sangre maneja mi sustento.
Y en todo lo que vive, su substancia,
informa la materia y la modela.


159En la medida...






En la medida en que sea amado,
amaré.
Cuando me hagan sentir libre, 
liberaré.
Si me dejan hacer, pensar y decir:
haré, pensaré y diré.
Pues sólo cuando se es querido,
cuidado y consolado,
 podrá hacerse el bien.
No odies, pues serás odiado.
No maldigas, pues serás maldecido.
Perdona y serás perdonado.
Ama y serás amado.
Todo depende de ti.
Pues nuestra fuerza se encuentran dentro
y tu distribuyes sus cauces.
Cuida tus caminos.
Haz amplios tus senderos
y refrena el ritmo de tus pasos.
Aunque tengas deseos de dañar
no lo hagas.
Si tu ser quisiera herir a otro
cuídate de hacerlo.
Si la rabia sube a tus mañanas
y quieres destruir
todo lo dado,
acepta lo que sientes,
y déjalo pasar al momento.
Sólo con el bien se aparta el mal.
Sólo el bien ilumina el camino.
Sólo en la bondad es plena la justicia.




158Anochecía.









Anochecía y cansado del camino,
veía el suelo cubierto de destinos.
La visión del mar al horizonte
sembraba nubes en mi espíritu.
De eso estaba hecha la tierra;
pero elevé la mirada a las alturas
y en ella surgieron las estrellas
que con guiño cómplice invitaban
a ver el universo.
 No podía contarlas,
despasaban en número mis células,
sin embargo algo tenue y misterioso 
me gritaba:
¿hacia donde caminan las estrellas?
Hacia nada mi ser me contestaba.
Pero en "nada" no estaba la respuesta.
Solo es una palabra vacía, hueca.
Más entonces volvía la pregunta:
¿hacia donde caminan las estrellas?
En galaxias su forma se agiganta
y billones no llegan para ellas.
El misterio es tan grande que mi mente
en quietud y silencio se repliega.



157Con palabras veraces






Con palabras veraces que cruzan
el abismo de los siglos,
hablo a los hombres de mi tiempo
con la pretensión de llegar al lugar
donde en verdad son y viven..
Nuestro ser escondido, no conoce
el camino que traza su conveniencia
y una y otra vez rechaza la pretensión 
de hacer verdad la mentira.
Los hombres vivimos obsesionados
por el interés del momento
y se olvida que durante milenios y milenios,
muchos pasaron así y nada queda de ellos.
El ser llora, en su recinto oscuro,
al estar alejado de la verdad;
y en un mundo donde la mentira siembra
el odio y la muerte,
morimos, cada día, entre las cenizas
de aquello que quiso ser y no fue.


156El perdón, el dolor y la muerte.










El perdón, el dolor y la muerte,
no son un fin, sino simple sendero.
El perdón para curar y abrir el alma.
El dolor abrillanta y pule el ser herido.
La muerte es la puerta de lo eterno,
el principio y fin de otro camino.
Somos espíritu aunque también materia,
pero cantamos canciones de infinito
y tenemos el tiempo y los instantes como amigos;
buscando en nosotros la pureza,
la inocencia y el carisma de un chiquillo.
Nada está en contra de nosotros.
Nadie puede hundir nuestro navío
si hay confianza entera en ese Hombre
que siendo Dios vivió nuestro destino.




155Pobre criatura

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Pobre criatura teñida en desamor,
aferrada a un cigarrillo como a la vida.
Sin más horizonte que el pasar…
Compañera de cama por un tiempo
de alguien que utiliza su juventud
para el placer inmediato y pasajero.
A los diecisiete años
usada como un zapato viejo,
sin más ilusión que la distancia
del tiempo por venir
y algunos sueños.

Pobre criatura sembrada en el suelo
de una vida “fácil” y sin más acierto
que el haberte entregado
a quienes no debías
una vez y ciento.

¿Por qué estás así?
¿Quién te llevó al suelo?
Cuando buscaste amor te maltrataron.
Cuando pediste vida te fundieron-
Y ahora ya no vives el mundo de tus sueños.
Eres polvo de olvido del mundo de los “buenos”.

Pero Él aún cree en ti,
aún tienes tiempo.
Lucha al lado de la vida,
conculca la maldición de lo terreno,
alza el vuelo hacia otros horizontes,
busca tu destino en otro templo
y arrulla en tu interior a la esperanza
de que siempre existen los caminos,
por donde pasa sin cesar el Verbo.