147Una tarde el pasado...
y no pude seguir.
Cuando se muere más de una vez
ya no se cree en mentiras
ni se baña de espuma blanca el dolor del ser.
Pero decir quien soy, en este tiempo,
es como querer atrapar el hilo de los sueños,
en los rayos de luz de la mañana;
o querer que la niebla de los tiempos idos,
suspire ante el llanto escondido
del amor que no se pudo dar.
del amor que no se pudo dar.
O sea, no es posible hablar de aquello
que no cabe en las palabras
y como no puede soltarse de uno mismo,
acampa en otras latitudes extranjeras,
lejos del fuego de vida que lo vio nacer.
Mío soy, pero no por mí,
vengo de otro lugar no recordado,
donde no fui yo..
sino pensado.
2 comentarios:
Preciosa, me ha encongido el estómago tus bellas y nostágicas palabras.
Buenas noches.
Gracias María José, son gratificantes tus palabras.
Que duermas bien.
Jorge A Lastra
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