169La sombra de tus alas.
y el frío del invierno se repite.
Si permanezco en la cima de montañas
y el fuego del dolor no se disipa.
Si oro en la noche, la tarde y la mañana
y el cáliz del que bebo permanece.
¿Dónde quieres que vaya?
¿Dónde quieres que quede?
Ruina soy del tiempo y del deseo
buscando la calma y la cordura;
beso de la noche del alma oscurecida,
sin paz, sin amor y sin dulzura.
2 comentarios:
Este es el poema que me ha hecho buscarte.
Precioso. Lo he encontrado en internet y se lo he mandado a una amiga amante de la poesía. Tal vez venga hasta aquí. La reconocerás porque en su perfil tiene una gaviota en pleno vuelo.
Bueno, en Francia son casi las cuatro de la mañana. Una buena hora para retirarse.
Gracias "ardilla" seguimos en el camino...
Saludos y mi amistad.
Jorge A. Lastra
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