156El perdón, el dolor y la muerte.
no son un fin, sino simple sendero.
El perdón para curar y abrir el alma.
El dolor abrillanta y pule el ser herido.
La muerte es la puerta de lo eterno,
el principio y fin de otro camino.
Somos espíritu aunque también materia,
pero cantamos canciones de infinito
y tenemos el tiempo y los instantes como amigos;
buscando en nosotros la pureza,
la inocencia y el carisma de un chiquillo.
Nada está en contra de nosotros.
Nadie puede hundir nuestro navío
si hay confianza entera en ese Hombre
que siendo Dios vivió nuestro destino.
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