253Las manos alzadas.
las corrientes del ser en las hojas del alma
y el destino escondido al acecho del hombre
surge entre gemidos.
No disfruto del ansia, prendida ante los ojos,
de aquellos que construyen en la ambición del mal,
soy grano de semilla opaco y silencioso
en espera de lluvia, de tierra y soledad.
Recurrente sendero donde se encuentra vida.
Destellos de esperanza donde mora la paz.
Montañas que refulgen al compás de los vientos
quisiera encontrar.
Dar gritos contenidos en noches que descansan
del hacer de las bestias jugando sin piedad
a perder la caricia del sueño de esperanza
cada día más.
Pero siempre resuena la voz donde reside
la sinfonía etérea de bien y la bondad
y aunque el ser se conduele ante la fe perdida,
sabe esperar.
6 comentarios:
La esperanza, la fe, son los pilares que nos mantienen, los que nos hacen seguir con ilusión.
Un abrazo, me alegra tu vuelta.
Gracias, Ahenal, es bueno estar donde se debe estar y hacer lo que se debe hacer.
Saludos y cariños.
Jorge A Lastra.
Hola Jorge Antonio.
¡Ojalá! las voces del bien y la bondad fueran las que más fuerte se escucharan...
Pero no quiero perder esa esperanza.
Saludos.
Maat
Así debe ser Maat; pero recordemos que "Y no habrá más llanto ni dolor ni lágrimas pues el primer mundo ha desaparecido" (Jn Apoc.).
Sin la esperanza cristiana no hay más salida que el escapar o el placer hedonista.
Y nuestra inmortalidad está en la frase de Cristo "Dios es Dios de vivos, no de muertos"
Saludos y cariños
Jorge A Lastra
Profundos relatos de estos poemas igualmente las fotos que los acompañan.
Gracias Tere, se bienvenida, nos seguiremos "viendo".
Saludos y cariños
Jorge A Lastra
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